domingo, 17 de julio de 2022

First Class, de Netflix

Hay realities chungos, malos, muy malos, malísimos y luego está First Class. Y os lo dice alguien que ve Dschungelcamp, Couple Challenge, Sommerhaus des Stars, Kampf der Reality Stars y toda esa bazofia. Pero vamos a empezar por el principio.

El fin de semana pasado en Lüchow estábamos que no sabíamos qué ver y por alguna extraña razón, el Netflix de Jörg (que no para de recomendarle cosas en español y yo en el mío tengo que rebuscarlas) le recomendó First Class. Yo la verdad es que lo flipé un poco con la recomendación, pero con lo que flipé de verdad es que Jörg se puso (o más bien nos puso) a verlo del tirón. Vamos, es que hasta en la cama quería seguir viéndolo. Y eso que es en español con subtítulos, porque obviamente eso no hay forma humana de doblarlo al alemán. Es más los subtítulos dejaban bastante que desear y tuve que explicarle bastantes cosas de la cultura más cañí y castiza.

El reality trata de un grupo de amigos que ya antes de que abran la boca se les nota que son borjamaris sin oficio ni beneficio, pero con dinero por castigo que viven la vida "intensamente" yendo de fiesta en fiesta y haciendo como que trabajan y sufren mucho. Hay gente que sale en la tele y uno piensa "¿pero esta gente de dónde ha salido?", tipo Paco Porras, Carmen de Mairena o Belén Esteban en sus comienzos. Pero a esta gente es que directamente no los conocen ni en su casa a la hora de comer. En serio, es que es muy fuerte. Dan bastante vergüenza ajena. Pero más vergüenza ajena da que estoy deseando que estrenen la segunda temporada.

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