Es una novela gráfica en formato casi A4 con 464 páginas, vamos un tochaco que cuando me llegó casi no me lo podía ni creer de lo grande que es. Esta tarde he oído una entrevista con el autor y por lo visto está basado en una historia real, en concreto, la historia del abuelo de su novia.
Trata de un hombre en la postguerra (Segunda Guerra Mundial) que resulta que es homosexual, pero claro, tiene que ocultarlo, porque estamos en los años cincuenta y por menos de eso ya eras un paria social. Además de que te metían en la cárcel.
Contrariamente a lo que pensé a priori, no me lo he leído del tirón. Pero tampoco me he leído ningún libro de forma paralela, que ya es bastante para la racha que llevo. Al principio los flashbacks me han dejado un poco loco, porque al ser todo el cómic en blanco y negro, el autor no ha podido jugar con los colores para presentar los dos planos temporales, pero cuando le he cogido el truco a la forma de narrar, me ha ido gustando cada vez más.
Es una historia difícil, no es agradable en casi ningún momento y con un protagonista con el que a pesar de tener experiencias comparables (salvando las enormes distancias) no he llegado a sentirlo cercano en casi ningún momento. Sólo durante la parte en Leipzig con sus amigos de la cáscara amarga me ha parecido que el protagonista ha sido algo parecido a feliz. El cómic me ha gustado bastante y el final me ha encantado.