sábado, 28 de mayo de 2022

Silencio adminsitrativo, de Sara Mesa

 ¡Lectura obligatoria, ya!

Cuando estuve en el club de lectura el mes pasado Paco me dejó este librito de apenas 112 páginas en formato A6 (es decir, cada página es media cuartilla) que se lee rapidísmo (yo he tardado unos tres cuartos de hora) y tiene el subtítulo de "La pobreza en el laberinto burocrático".

En este libro se cuenta la historia de Carmen, una indigente sin hogar que no puede salir de su situación de extrema pobreza por el simple hecho de no poder solicitar ninguna de las ayudas que ofrece el Estado. No puede solicitarlas por el simple hecho de que solicitarlas es un laberinto burocrático tal que ni siquiera con la ayuda de varias personas (con estudios universitarios, trabajos que se pueden considerar "normales" y una situación socioeconómica que está muy lejos de vivir en la calle) es posible comprender (y obviamente stisfacer) las exigencias de la administración para acceder a este tipo de ayudas, que en muchas ocasiones no son tan insuficientes que las personas siguen viviendo bajo el umbral de la pobreza.

El libro trata de los más pobres entre los pobres, de aquellos que no están en el umbral de la pobeza, sino que ya han traspasado ese umbral y viven el pobreza extrema. En mi opinión la mayor de las discriminaciones no es ni por el género, ni por el color de la piel, ni por la nacionalidad, ni por la orentación sexual, ni por la religión ni nada de eso. En mi opinión la mayor de las discriminaciones es por el hecho de ser pobre o no serlo, por el hecho de tener cuatro paredes en las que vivir o no tenerlas. Y por eso mismo me parece tan encesario que todo el mundo sea consciente de esta realidad, que seamos conscientes de tantísima gente que viviendo en nuestras calles.


They both die at the end, de Adam Silvera

 Hace un par de semanas fui a la librería a recoger un libro que había encargado por internet (libro, que por cierto, todavía ni me he empezado) y me pasó lo que me pasa siempre que voy a una librería. Que voy a por un libro y me traigo tres o cuatro. Por eso me he prohibido a mí mismo volver a pisar una librería de aquí a un mes (pero me he pasado esa prohibición por el forro; ayer encargué otro libro por internet e iré a recogerlo la semana que viene). El caso es que cuando fui a recoger el otro libro, vi que en la estantería de libros en inglés tenían una sección de literatura gay y, claro, se me hizo el culo cocacola y acabé comprandome este libro y otro más.

La premisa de ciencia-ficción del libro es muy interesante: el día que una persona va a morir, recibe una llamada de teléfono a las doce de la noche y le anuncian que antes de que termine el día va a morir. No se sabe la hora exacta, ni la forma de morir, sólo que antes de que sea medianoche vas a morir. El libro trata de dos muchachos de diecisiete y dieciocho años que reciben la llamada y se conocen a través de una aplicación que conecta a gente que va a morirse día. El libro es el último día de ellos dos. El título y esta premisa hacen un spoiler grandísimo, pero que no es un spoiler porque está claro desde el principio.

La novela pertence a ese genénero conido como "Young adults". Que no es otra cosa que libros con un estilo para adolescentes pero con una temática o una historia que son más bien para veinteañeros (vienteañeros de hoy día, no veinteañeros de la generación de mis padres, que ya eran independientes de sus padres y muchas veces tenían hijos y un trabajo estable). Obviamente es un género que solo podía surgir en Estados Unidos, donde entre el insitituto y la universidad, la gente va al College, que dura cuatro años en los que se va picoteando un poco de todo para orientarse sobre qué hacer en la vida. Es cierto que en España uno no sabe muy bien qué quiere hacer realmente con su vida cuando entra en la Universidad (si es que entra), pero no entras en plan picaflor de la mando de un mentor, como se entra en Estados Unidos. Y en Alemanaia mucho menos porque en Alemania la selectividad se hace con diecinueve años y mucha gente después de la selectividad se tira un año en el extranjero o haciendo prácticas. 

Bueno, dejando de lado el género de Young adults (que en mi caso se conecta mucho con el concepto de Guilty Pleasure), mejor hablo del libro. Me lo he leído rápido (en día y medio y eso que son 360 páginas en inglés), la historia es interesante (a pesar de saber desde el título que a final mueren los dos) y tiene un estilo que... bueno, no le van a dar ningún premio, pero se vende como rosquillas. 

Me gustaría decir que el libro me ha planteado preguntas del tipo ¿qué haría con mi vida si supiera que hoy es mi último día? Pero no, no me ha planteado ninguna pregunta. Es un libro entretenido sin más. Me ha gustado, pero tampoco es para recomendarlo sí o sí. Se deja leer.

We should all be feminists, de Chimamanda Ngoze Adiche

 Llegué a Chimamanda gracias a Klett, al libro Dear Ijeawele, que es una carta que la autora le escribe a una amiga suya que le pide consejo sobre como criar a su hija para que sea feminista. Un libro que le quiero regalar a mi hermana. El mes pasado en el club de lectura de Hannver, Paco me dejó We should all be feminist, que es más o menos la transcripción de su charla TED con el mismo título.

Buscando en enlace de la charla TED acabo de darme cuenta de que no descubrí a Chimamanda el año pasado gracias a Dear Ijeawale, sino hace varios años, gracias a su charla TED The danger of a single story. Una charla que se me quedó grabada y cuyo contenido no he podido olvidar durante todos estos años. Solo que entonces no sabía quién era Chimamanda Ngoze Adichie y me acordaba solo del contenido de la charla, no de su nombre.

Leyendo el libro me vienen varias cosas a la cabeza. La primera que estoy absolutamente de acuerdo con todo lo que dice. La segunda que el mundo está jodido (no que tiene un fururo jodido, sino que ahora mismo está jodido, pero ya veremos cómo acabamos). Y ¿por qué creo que está jodido? Porque me parece brutal que haya gente que no piense como la autora. 

Me parece increíble que haya gente que todavía piense que ser feminista signifique 

You hate men, you hate bras, you hate African culture, you think women should always be in charge, you don't wear make-up, you don't shave, you're always angry, you don't have sense of humour, you don't use deodorant.

Me parece increíble, pero tristemente es así. Lo flipo mucho con la gente que piensa así, pero a veces creo que yo soy el bicho raro. Me podría parecer una exageración o me podría pensar que eso era así hace tiempo, pero ya no lo es. Lamentablemente hay gente de mi entorno (y no solo gente mayor) que piensa así y eso me lleva a pensar que la humanidad está condenada a desaparecer.

Otra parte del libro que me he llevado a reflexionar es cuando la autora habla de la actitud de muchos hombres, entre los que muchas veces me incluyo.

Many men do not actively think about gender or notice gender.

Yo creo que práticamente todo el mundo formamos parte de algún grupo privilegiado, ya sea por nuestro género (no sólo hombre-mujer, también cis-trans), nuestra orientación sexual, nuestro color de piel, nuestra nacionalidad, nuestro nivel socioeconómico, nuestro estado de salud, nuestra (no) discapacidad etc. Y desde nuestra situación privilegiada no nos damos cuenta de nuestros priviliegios. Posiblemente por eso, porque nos cuesta mucho bajarnos de nuestra torre de marfil, los hombres no pensamos mucho sobre el género y todo lo que ello implica a nivel de categorización social y discriminación (de la misma forma que los blancos no pensamos mucho sobre el color de piel o los heteros no piensan mucho sobre la orientación sexual, etc) .

The problem with gender is that it prescribes how we should be rather than recognizing how we are. Boys and girls are bilogically different, but socialization exaggerates the differences and then starts a self-fulfilling process.

Obviamente ser feminsita no implica nada de lo que he escrito más arriba (odiar a los hombres, no echarse desodorante, etc.), pero tampoco significa pensar que hombres y mujeres somos iguales. Obviamente somos biológicamente diferentes, tenemos diferentes experiencias y eso nos lleva a ver el mundo con ojos diferentes (no sólo el género conlleva experiencias y cosmovisiones distintas, también todas las diferencias que he escrito arriba y muchas más, pero eso es para otra entrada). El feminismo no pretende obviar las diferencias entre hombres y mujeres, el feminismo pretende eliminar la discriminación producida por esas diferencias, nada más y nada menos.

jueves, 26 de mayo de 2022

La madre de Frankenstein, de Almudena Grandes

 Llegué a Almudena Grandes de casualidad y gracias a la biblioteca pública de Hamburgo. A ver, ya sabía que existía, pero no me había llamado nunca la atención. En el sótano de la biblioteca de Hamburgo venden todos los libros que descatalogan de la biblioteca por un euro, da igual que sea un librito de cuarenta páginas, que una edición argentina de Lorca de 1945 o que sea El lector de Julio Verne de Almudena Grandes nuevecito sin apenas tocar, o que un tochaco de 1000 páginas. Un euro. Así que cuando lo ví, no dudé en darle una oportunidad y comprarme El lector de Julio Verne. Solo puedo decir que me encantó y que decidí leerme todos los "Episodios de una guerra interminable" antes de haberme terminado el libro. 

Tengo que empezar diciendo que me lo he leído en dos sentadas y eso que tiene más de 400 páginas. No podía soltarlo. Me ha atrapadao y me ha emocionado desde la primera página. Me han atrapado los personajes y la historia. Incluso los personajes odiables no te sueltan en ningún momento. Y en este libros no hay demasiados personajes concretos odiables, más allá de los que exisitieron en realidad.

Es posiblemente uno de los libros que más me han emicionado. No llevaba ni cien páginas y ya se me habían saltado las lágrimas. E incluso en algunos pasajes no pude seguir leyendo. Tuve que cerrrar el libro, echarme una llorera, sonarme la nariz y ya un poco más calmado seguir leyendo.

Las dos historias que más me han emocionado, que más me han llegado son dos que no son el núcleo principal del libro ni de lejos, pero que sí son el núcleo principal de mi historia personal, bueno, en realidad, solo una de ellas. La primera es la historia de Willi Goldstein y una frase que cuando la leí ya sabía cómo iba a terminar Willi y me hinché a llorar. Pero aunque ya lo intuía, no me emocionó menos cuando se desveló el final. 

Yo sé que en alguna parte, alguna mujer como yo, polaca, prusiana, austríaca quizás, o húngara, quién sabe, estará cuidando de mi hijo Willi como yo estoy intentando cuidar de ti.

Se me han vuelto a saltar las lágrimas al abrir el libro para copiar este fragmento.

La segunda historia, que sí tiene que ver con mi historia personal, es la historia del desarraigo de Germán Velázquez (el protagonista). El comienzo de su historia no tiene nada que ver con la mía. Yo no cogí un barco lleno de refugiados de guerra, no dependí de la amabilidad de un extraño, no llegué a un país con un idioma que no entendía. Y sin embargo se me saltaban las lágrimas cada vez que se sentía mal por estar lejos de su famlia, por no compartir su sufrimiento, por estar lejos de su casa cuando muere su padre, cuando tiene una boda sin apenas invitados y sin nadie de su familia. También me he sentido muy identficado con Germán y con esa sensación de marciano en tierra propia a lo largo de gran parte de la novela porque al fin y al cabo conozco esa sensación demasiado bien.

Sólo puedo recomendarlo porque no puedo expresar con palabras cuánto me ha gustado y me ha emocionado este libro y las lloreras que me he pegado en algunos párrafos.

Ya no sabía que tenía abuela. Ni que hacía mantecados en Nochebuena. Ni que en su pueblo cantaban villancicos qe no conocían las hermanas de Ciempozuelos.

martes, 24 de mayo de 2022

A la conquista del cuerpo equivocado, de Miquel Missé

Cuando estuve en Hannover en el club der lectura, Paco me dejó este libro que ya estaba leyendo cuando nos vimos en enero y que la verdad es que me pareció un planteamiento muy interesante. He tardado más o menos una semana en leermelo y hay varias cosas con las que no termino de estar de acuerdo (o al menos con la forma en las que las plantea), pero hay una cosa muy positiva de este libro y es que más que dar respuestas, propone reflexionar y hacerse preguntas y eso es lo que más destacaría del libro.

Pero mejor empiezo por el principio. El autor es un hombre trans que se operó para tener cuerpo de hombre y ahora plantea que una operación de cambio de sexo no es la solución para sentirse bien con el cuerpo propio como persona trans.

Y eso es precisamente lo que me chirría del libro. El autor dice que una operación de cambio de sexo no es la etapa final del desarrollo de una persona trans. Es más, considera que no es una etapa ni siquiera necesaria (o al menos esa es la sensación que a mí me queda); sin embargo pontifica sobre esa idea. Yo estoy de acuerdo con que para él (y para muchas otras personas trans) no es la solución; pero él no puede hablar por boca de todas las personas trans y mucho menos cuando prescisamente eso es lo que critica del mainstream trans: que planteen una solución que no es válida para todo el mundo y que la publiquen a los cuatro vientos como si fuera la panacea.

Otra de sus críticas con las que no estoy de acuerdo es que parece que niega la parte biológica del género (ya sé que el género es un constructo social, voy a eso ahora después). Un tema recurrente a lo largo del libro es el de los ladrones de cuerpos; los médicos (psiquiatras, cirujanos, etc.) que deciden qué es lo mejor para las personas trans. Si bien, es cierto que esos médicos no dejan de ser personas tomando decisiones extremas e irreversibles sobre la vida de otras personas, no se puede olvidar que el género (aún teniendo un componente social enorme) parte de una base biológica.

A lo largo del libro (excepto en la última parte) no he dejado de tener la sensación de que el colectivo trans (que el autor tanto defiende como ataca) no deja de ser un grupo de gente que no deja de mirarse el ombligo. Caracteriza a las personas trans como gente que no está contenta con su cuerpo (entre otras cosas), obviando (excepto en la ultima parte) a muchos otros colectivos que tampoco se sienten a gusto en su propia piel (gordos, lisiados, mujeres que han superado un cáncer pero para ello han perdido un pecho...). Si bien es cierto que en la última parte sí que abre el abanico de gente que no se siente a gusto en su propio cuerpo, yo he echado de menos que esa reflexión aparezca antes en el libro. A lo mejor así lo habría leído con otros ojos.

Para terminar con los aspectos que no me han gustado del libro, algo que no tiene que ver con el contenido, sino con la forma. Para ser un libro de divulgación me ha parecido demasiado técnico, la forma en la que está escrito no ha terminado de atraerme. 

Dicho esto, hay también varios aspectos que me ha alegrado muchísimo encontrarlos en el libro y con los que estoy totalmentede acuerdo: el género como constructo social, la gordofobia, la discriminación económica (aporofobia), el passing como objetivo erróneo.

Otra masculinidad es posible o el género como constructo social. Aunque en realidad éstos son dos temas diferentes, están intimamente relacionados. Empecemos por "otra masculinidad es posible" (que es la otra cara de la moneda "otra feminidad es posible"); mucha gente tiene un concepto claro de lo que es y como se comporta un hombre de la misma forma que tienen un concepto claro de lo que es y como se comporta una mujer. Sin embargo yo, que soy un hombre completamente cis (homosexual sí, pero hombre al fin y al cabo y feliz en mi cuerpo de hombre) no cumplo muchas de las expectativas que se tienen de un hombre o de lo masculino, no soy lo que se diría el típico hombre masculino, pero no considero que por ello deje der ser menos hombre o menos masculino. De la misma forma que no considero que cualquier mujer sea menos mujer por no cumplir las expectativas o lo que se considera típico femenino.

Por otro lado el género como constructo social plantea sólo dos géneros que en muchos aspectos están contrapuestos (uno es lo contrario del otro o uno tiene lo que le falta al otro). Obviamente hay aspectos comunes (por ejemplo ni hombres ni mujeres tienen la piel verde) y aspectos que no son determinantes del género (por ejemplo la capacidad de organización); pero hay certos comportamientos (muchas veces contrapuestos) que se presuponen típicos masculinos o típicos femeninos; por ejemplo, dominancia-sumisión, fuerza física-ingenio, ser una persona lógica-ser una persona emocional, ciencias-letras, el cuidado de los hijos, el trabajo en la casa. Esta clasificación simplista en la que las personas pueden ser solo blancas o negras (léase masculinas o femeninas) olvida que hay una paleta enorme de colores entre medias y que ni el blanco absoluto ni el negro existen más allá de en la teoría.

La gordofobia. Este es uno de los aspectos que más de lleno me tocan. Si pudiera cambiar algo de mi cuerpo no sería mi estatura (en todos mis círculos sociales - excepto en mi familia - soy siempre el más bajo o uno de los más bajos), mi pelo (a pesar de tener más canas y menos pelo que mi padre, que es casi cuarenta años más viejo que yo) ni ninguna otra cosa, excepto la  barriga. ¿Estoy contento con mi cuerpo? Sí. ¿Estaría más contento si mañana  al despertarme no la tuviera? Sin ninguna duda. Hay muchísima gente que sin ser trans simplemente no están felices en su cuerpo. Y la razón no es intrínseca, sino social. Si a mí me gustan lo osetes ¿por qué yo quiero perder la barriga? Porque la sociedad me bombardea diciéndome que aspire a un cuerpo sin arrugas y con abdominales. En este aspecto también hay que contar con tantísma gente con otras razones para su infelicidad: altura, tener solo un pecho, calvicie, etc. Obviamente ningún aspecto es tan definitorio como el sexo; pero todos son aspectos para no sentirse agusto en el propio cuerpo. (Aunque volvemos a lo de antes, ser trans, no es tanto no sentirte a gusto en tu propio cuerpo, como no sentirte a gusto en la categería artificial en la que la sociedad te ha metido).

La aporofobia. La mayor discriminación viene por ser pobre. Si bien es cierto que otras discriminaciones conducen a la pobreza, las demás discriminaciones son menos duras si no hay pobreza. Hoy día hay gente trans admirada y que se pueden considerar un modelo a seguir (no solo por ser trans, sino independientemente de su transexualidad): Bibiana Fernández, Caitlyn Jenner, las hermanas Wachowski, Elliot Page... Pero todas las personas tienen algo que la mayoría de las personas trans no tienen: una cantidad de dinero y una proyección mediática brutal. Es cierto que la visión de la transexualidad está cambiando y que la aceptación es cada vez mayor, pero esta aceptación va desapareciendo conforme nos vamos acercando en las clases más pobres de la sociedad.

El passing como objetivo erróneo a seguir. Tengo que admitir que este aspecto me ha hecho reflexionar bastante y que no me lo esperaba. El passing consiste en hacerse pasar por algo. El autor definde que el objetivo final de un hombre trans (o de una mujer trans) no es que le confundan con un hombre cis (o con una mujer cis), sino que le acepten, le aprecien y le celebren por ser lo que es y aparentarlo: una persona trans. 

En definitiva, aunque el libro en sí no es de mis favoritos, me ha llevado a muchas reflexiones y a muchos pensamientos a los que no habría llegado de no leerlo. Así que definitivamente lo recomiendo.

domingo, 22 de mayo de 2022

Totems, de Amazon Prime

 Por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, Amazon Prime decidió en algún momento hace años (todavía vivía en el antiguo piso) que yo puedo ser testeador beta de serias. Llevaban ya un par de años sin mandarme nada y de repente a principios de esta año me mandaron esta serie para que viera los tres primeros capítulos y diera mi opinión.

A pesar de estar en francés y ruso, la vi y me enganchó dese el primer momento (también se puede ver en español, pero como en la previa solo estaba en original, pues ayer seguí viéndola en original). Es una serie de espías durante la Guerra Fría, con la diferencia de que no es desde la perspectiva de EEUU ni de la URSS, sino desde la perspectiva de Francia, que está un poco en medio (perteneciendo claramente al bloque occidental).

Como ya he dicho, me enganchó y ayer, que me dio por estar toda la tarde tirado en el sofá viendo la tele, pues la recuperé y terminé de verla (además de otras dos series). Son ocho capítulos y se hace bastante rápida. Lo dicho, vi tres capítulos en la previa en enero y ayer los otros cinco del tirón. Y teniendo en cuenta que cada capítulo es de unos 50 minutos, es todo un récord.

La recomiendo sin duda alguna, porque tiene un buen ritmo y la historia de espías es my atrayente. Pero lo que me dejó un poco más frío fue la historia personal de los personajes. Creo que le quieren dar demasiada importancia, pero no aporta mucho al desarrollo de la historia.

lunes, 16 de mayo de 2022

Memorial, de Bryan Washington

Cuando hace cosa de dos meses encargué libros en Eisenherz, me llegó también el catálogo de las novedades. Uno de los libros que venían en el catálogo era éste y me pareció interesante, así que me lo compré.

Diría que no me ha terminado de enganchar, pero me lo he leído en cuatro días, así que a lo mejor me ha enganchado más de lo que me gustaría admitir.

La historia en sí no está mal: una pareja que se separa de forma temporal por circunstancias de la vida. Y la forma en la que está estructurado (capítulos cortos en las dos partes de Benson y sin capítulos, pero con escisiones claras en la parte de Mike) me ha gustado mucho; además, la estructura hace que la novela sea una serie de escenas que forman un todo, y eso a mí (que no suelo tener mucho tiempo para sentarme a leer del tirón) me resulta muy práctico. Pero lo que no me ha gustado nada son los personajes: ninguno, absolutamente ningún personaje me ha resultado simpático.

Ben y Mike son la pareja protagonista y son, como dice Paco, una pareja que empieza a follar antes de  hablar y claro, luego no funcionan como pareja ni como amigos, ni como nada de nada. Pero vamos, que no son solo ellos o solo la relación entre ellos. También tienen un papel bastante importante en el desarrollo de la novela las respectivas familias de los dos mozalbetes y cada personaje es peor que el anterior. En serio, ninguno sabe tratar a la gente que quiere, o a lo mejor es que son familias que no se quieren, que también posible, porque se tratan de hacerse daño sin motivo ninguno.

Será el bestseller del año y tendrá todas las críticas positivas que quiera, pero sinceramente, yo personalmente no puedo recomendarlo. Es un libro escrito por alguien con mucha ira que tenía que desforgarse (o eso me ha parecido al menos a mí).

lunes, 9 de mayo de 2022

Herkunft, de Saša Stanašić

 Hace tres meses me puse a ver el Goodreads de Paco para ver qué libros tiene por leerse, a ver si me inpiraba y me encontré este libro, me leí el resumen y me pareció bastante simpático. Hará como un mes o así me fui a Hannover a conocer a Pau (el hijo de Ana y Víctor) y terminamos pasando por una librería. Vi el libro y sin pensármelo dos veces me lo compré. Hace dos semanas fui a Hannover para el club de lectura con Paco y Dani y decidimos que éste iba a ser el próximo libro. Para frenarme un poco, leía este libro de noche y Antonia de día. Por eso he tardado 12 días en leermelo (de esos doce días, cuatro no he podido leer).

Me ha encantado.

Me soprende y admiro a partes iguales a quienes escriben en una lengua que no es su lengua materna. El punto de partida del libro es el currículum que te piden cuando solicitas la nacionalidad alemana (no puedeen forma de tabala, sino de texto y tiene que estar redactado a mano). Al autor se lo pidieron (como a todos los que la solicitamos) y le pareció poco espacio el que le daban para escribir, así que escribió un libro.

En realidad ese punto de partida se olvida enseguida y uno se zambulle de lleno en una historia que aunque en principio no se parece mucho a la mía, sí que me toca bastante más de cerca que a alguien que no sabe lo que es emigrar. Y si Der alte König in seinem Exil era una carta de amora un padre con Alzheimer, este libro es en parte una carta de amor a una abuela con Alzheimer. Y eso a mí me ha llegado demasiado a lo más profundo.

Hablando del estilo del libro. Está dividido como en pequeñas escenas de entre una y siete páginas (auqnue lo más normals son dos o tres páginas) y eso se agradece bastante cuando uno lee en alemán. Además como el autor no es alemán, pero escribe en alemán, pasa un poco como con Wladimir Kaminer, que no escribe para lucirse y creerse Goethe, sino que escribe para contar una historia y eso se agradece aún más.

Además el final es una especie de "elige tu propia aventura" que me ha dejado loquísimo, pero que viene muy a cuento. Pero eso solo se descubre si se leen varias aventuras, no sólo una.

El libro lo recomiendo mucho. Y si no habláis alemán, pues leedlo en español, que está traducido.

Por supuesto he señalado varias partes del libro, aquí dejo un fragmentito.

Jedes Zuhause ist ein zufälliges: Dort wirst du geboren, hierhin vertrieben, da drüben vermachst du deine Niere der Wissenschaft. Glückhat, wer den Zufall beeinflussen kann. Wer sein Zuhause nich verlässt, weil er muss, sondern weil er will.

martes, 3 de mayo de 2022

Antonia, de Nieves Concostrina

 Blanca me habló de este libro ya el año pasado. Lo busqué en Córdoba cuando estuve en Navidad, pero solo lo había de tapa dura y la verdad es que yo prefiero los libros de tapa blanda (manías que tiene uno ¿qué le vamos a hacer?). Así que cuando esta Semana Santa pregunté que si lo tenían y me dijeron que solo en tapa dura, al final me lo terminé comprando. Creo que en realidad no hay ninguna edición de tapa blanda del libro, pero no estoy seguro.

Me ha encantado. Lo he devorado en cinco días, y eso que ni el viernes ni el sábado pisé mi casa, así que se puede decir que me lo he leído en tres días. Me ha gustado mucho la historia de Antonia, pero sobre todo me ha gustado cómo está escrito el libro. Hacía tiempo que no me pasaba con un libro que al terminarlo me daba pena no poder seguir leyéndolo. 

Sabiendo el origen del libro y sabiendo que los personajes no son personajes ficcionales de una novela, sino personas reales y que el libro es poco menos que una biografía de la madre de la autora, es difícil distinguir aquí entre personas y personajes. Y sabiendo que a las personas reales algunas personas les gustan más y otras menos, es fácil el entender por qué a unos personajes se les coge más cariño y a otros mucha más tirria.

Por supuesto el personaje que más me ha gustado es la protagonista indiscutible de la novela: Antonia. Pero también hay otros personajes que me han caído muy bien: su madre la Juana y su tía la Dora o Emilio Rodríguez-Tarduchy, que aunque seguramente si me pongo a investigarlo pues dejará de caerme tan bien, como personaje de esta novela me ha caído muy bien.

Igualmente hay otros personajes/personas a las que les he cogido ojeriza, como el padre de Antonia o Juanita con su prepotencia.

En definitiva es un libro muy bueno, muy gustoso de leer, que recomiendo sin ninguna duda.